Muñequitas de papel: Alguna vez fuimos diseñadoras de modas.

Alguna vez, yo fui diseñadora de moda y tú también. En nuestras pequeñas manos, radicaba el poder de vestir a una pequeña mujer como se nos diera la gana; poníamos un sombrero o una bufanda que también quitábamos a nuestra voluntad, colocábamos un vestido o un pantalón vaquero si eso nos placía.

Aunque no teníamos ni idea de colorimetría, de medidas o proporciones, poníamos nuestro mejor empeño en construir el outfit más hermoso nunca antes visto. La simplicidad y sencillez con que nos bastábamos siendo niñas —o niños— era tal, que sólo bastaban unos cuantos centavos para tener horas de diversión y creación. A veces ni siquiera era necesario ir hasta la papelería para comprar estas coloridas muñequitas. A la salida de nuestras primarias posaban boca arriba entre dulces y otros juguetes en espera de ser adquiridas.

Se trata de las muñecas de papel, ¿las recuerdas? Si como yo, te ha llegado una ola de mágica nostalgia y avivó tus más hermosos recuerdos de la infancia, la historia de cómo llegaron a nuestras vidas, te interesará:

Estas muñecas recortables surgieron desde hace mucho tiempo. Además de ser un creativo y divertido juego, se trataba de una manera de educar a las niñas sobre las buenas maneras de vestir.

A partir de 1800, fabricantes ingleses y americanos editaron muñecas recortables, aunque no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando se hicieron muy populares. Muchas de ellas representaban a personalidades de la época, tanto políticas como del mundo del espectáculo.

Esta popularidad se extendió a lo largo de todo el siglo XX hasta nuestros días, siendo un reflejo de los cambios que fue experimentando la sociedad a nivel estético e incluso social a lo largo de casi dos siglos ya que representan por sí mismas una pequeña historia del vestido y el peinado, de lo que fue la estética imperante en las diferentes décadas de finales del siglo XIX y el siglo XX.

Cuantas mas fuimos diseñadoras de moda sin saber que lo fuimos, realmente son estas cosas tan simples que nos hacían feliz, comparte esta nota en las redes sociales para que puedas recordar a tus amigas de estos bellos momentos en donde no necesitábamos de la tecnología para divertirnos, hasta la próxima Coleccionista.

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